Fátima Báñez

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Destila odio hacia el PSOE, hasta el punto de que a veces parece utilizar el término “socialista” como si fuese un insulto.  Es agresiva, rabiosa, con el “y tú más” como paupérrimo argumentario político.

Pese a su juventud, pertenece a esa casta de políticos que sigue pensando que a los ciudadanos se nos puede engañar con dos frasecillas mal enlazadas. Se maneja en la infrapolítica, en la descalificación, en el enfrentamiento estéril .  Malencarada, Fátima Báñez es ese tipo de político que hace muy difícil que se recupere la fe en la política.

¿Por qué la habrá nombrado Rajoy? El Presidente sabía que el ministro de Trabajo tendría que ponerle rostro a una reforma laboral incendiaria. Así que en vez de elegir a alguien más comedido, más conciliador, con una comunicación más constructiva, prefirió convertir a Báñez en su escudo, un escudo que aplica eso de que la mejor defensa es un buen ataque. Utiliza todas sus intervenciones para cargar contra el PSOE,  nunca se dirige a los parados, jamás aporta nada concreto y es capaz de anunciar más de 600.000 nuevos desempleados en la misma frase en la que asegura que los recortes tienen gran sensibilidad. Una ministra que filtra a medios afines ERES y se queda tan pancha.

¿Qué le pasa a Fati con el PSOE? Es lógico el debate político, el enfrentamiento parlamentario, el contraste de ideas e ideologías, que tú lo veas blanco y yo negro. Pero Báñez traspasa casi siempre la barrera de lo correcto y del fair play político. Tiene una obsesión enfermiza con el PSOE, del que habla llena de ira en todas y cada una de sus intervenciones. Supongo que para una dirigente popular de Andalucía debe haber sido muy duro perder elección tras elección durante treinta años, y que eso le habrá provocado ese rencor patológico, cercano al complejo, pero ahora, como ministra, debería sosegarse un poquito, dejar tranquilo al PSOE y centrarse en lo suyo (que no sé exactamente lo que es, porque la reforma se la dieron hecha y como el aumento del paro se da por seguro… Claro, por eso tiene tanto tiempo libre para filtrar ERES). Cuando haya transcurrido algo más de tiempo, y ya no pueda echarle la culpa de todo a los socialistas, ¿de qué hablará la buena de Fátima?

Mariano, salao, ¿no crees que los españolitos nos merecemos ministros con un pelín más de nivel?

P.D. Observo en los plenos que Fati cuenta con un fan incondicional: Wert, que la aplaude infatigable (claro, si no haces nada  es difícil que te fatigues). Báñez y Wert,  coleguitas, ¡qué miedo!...