No hace tanto tiempo, España servía como referencia para otros países que pretendían avanzar en legislaciones,
políticas y actuaciones progresistas, pensadas desde, por y para las personas.
Desde el matrimonio homosexual a la ley
ZP del aborto, pasando por la justicia universal, el “no a la guerra” o la
Alianza de Civilizaciones, España se había convertido en vanguardia mundial en protección de los derechos humanos,
pacifismo, defensa de las víctimas y lucha contra la impunidad. Y todo, sin que las fronteras sirviesen como pretexto para frenar a la justicia. Así se reconocía a España
en todo el mundo; a veces, incluso como un país adelantado a su tiempo. Por resumirlo de un modo más gráfico, España presumía de Garzón ante el mundo. Eso sí
que era “marca España”.
..............................Si votar sirviera para algo, no nos dejarían votar.............................
martes, 18 de marzo de 2014
lunes, 17 de marzo de 2014
El plan sigue adelante...
“La sociedad
será dominada por una élite cuyo reclamo por el poder político se basa en un
sentimiento de superioridad (…). Esta élite buscará todos los medios para
lograr sus fines políticos (…), para influir en el comportamiento de las masas,
así como para lograr el control y sumisión de dicha sociedad”. (Zbigniew Brezinski, politólogo estadounidense,
asesor de Jimmy Carter).
Se ha convertido en uno de los lemas más contundentes y certeros del movimiento ciudadano de contestación y protesta: “no es una crisis: es una estafa”. ¿Alguien duda, a estas alturas, de que lo que está sucediendo no es sino el resultado de un plan minuciosamente orquestado?
Se ha convertido en uno de los lemas más contundentes y certeros del movimiento ciudadano de contestación y protesta: “no es una crisis: es una estafa”. ¿Alguien duda, a estas alturas, de que lo que está sucediendo no es sino el resultado de un plan minuciosamente orquestado?
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