@losdiasfuriosos
losdiasfuriosos@gmail.com
Una cosa es que te salga un “choricillo” de vez en cuando. Inevitable. Pero otra muy distinta es que la corrupción, durante años, haya sido práctica cotidiana dentro del funcionamiento interno del partido ahora en el Gobierno. Y con su sede nacional como escenario. Corrupción en la sede nacional. Durante años. Como parte de los mecanismos cotidianos del partido. Y con altísimos cargos de dirección presuntamente metidos “en el ajo”. Vaya tela… Este no es un simple caso más de corrupción.
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Una cosa es que te salga un “choricillo” de vez en cuando. Inevitable. Pero otra muy distinta es que la corrupción, durante años, haya sido práctica cotidiana dentro del funcionamiento interno del partido ahora en el Gobierno. Y con su sede nacional como escenario. Corrupción en la sede nacional. Durante años. Como parte de los mecanismos cotidianos del partido. Y con altísimos cargos de dirección presuntamente metidos “en el ajo”. Vaya tela… Este no es un simple caso más de corrupción.
Para el Partido Popular , igual que para el Partido Socialista, es imposible garantizar la honradez de los miles de cargos públicos que tienen bajo sus siglas. Deberían permanecer más vigilantes, sí. Pero en realidad, poco se puede hacer ante un alcalde prevaricador que de repente aparece en cualquier pueblo, o ante un concejal de Urbanismo que cobra comisiones, o ante cualquier otro cargo que trafica con favores e influencias. Sería injusto crucificar a todo un partido por corruptelas puntuales de dirigentes concretos. Llegado el caso, lo único que cabe pedirles es que actúen con determinación y sin medias tintas (algo que tampoco suele hacer el PP, especialista en echar balones fuera, como vuelve a quedar de manifiesto ante la ridícula respuesta que está dando al caso Bárcenas).
Pero es que los casos Bárcenas y Gürtel no son casos de corrupción “como otros tantos”. En absoluto. Se trata de una corrupción mucho más sofisticada, una corrupción institucionalizada dentro de un partido tan grande como el PP. Es la corrupción como forma de hacer y de entender la política. Es la política al servicio de los políticos y a espaldas de los ciudadanos. Es la antipolítica incrustada en la sede nacional del PP.
El ex diputado del PP Jorge Trías es el primero en reconocer que recibió los famosos sobresueldos. Dicen que Bárcenas chantajea al partido: “o me ayudáis, o saco el listado de todos los que han/habéis recibido los sobrecitos”. Digo yo que, en todo caso, tendrá que dar esos nombres ante el juez. Todo apunta a que muchos de ellos, de primera fila en los organigramas populares pasados, y quién sabe si presentes..
Corrupción estructural, institucionalizada, en la sede nacional, prolongada en el tiempo, y con “primeros espadas” beneficiándose de ella… Tela marinera…
Bárcenas está tranquilo: si el juez termina declarándole culpable, no devolverá ni un duro, Gallardón le indultará y Telefónica le contratará. La derecha española funciona así…
P.D.: Hay algo que me llama mucho la atención: cuando la corrupción es del PSOE, el PSOE es corrupto. Cuando la corrupción es del PP, todos los partidos son corruptos y hace falta un pacto anticorrupción. Curioso...
P.D.: Hay algo que me llama mucho la atención: cuando la corrupción es del PSOE, el PSOE es corrupto. Cuando la corrupción es del PP, todos los partidos son corruptos y hace falta un pacto anticorrupción. Curioso...
A mí que me registren...
ResponderEliminarEs mejor tomarselo a broma, como hace el Anónimo del comentario anterior. Si no hay motivos sobrados para que desaparezca de la política todo el PP, empezando por su presidente, ya me dirán. Pero no pasará nada... como siempre. Total los ciudadanos somos tontos... Pero no tanto. Como dice el profesor Beiras, estamos ante la descomposición del sistema... ¡TENDRÁ QUE LLEGAR! El pueblo ya no aguanta más.
ResponderEliminar¿Puede uno trabajar dia tras día al lado de una persona que se
ResponderEliminarestá llevando 22 millones de euros y no enterarse?.IMPOSIBLE.