lunes, 26 de noviembre de 2012

La monarquía 'friki'

@losdiasfuriosos
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 Descartada toda posibilidad de que pueda servir para algo útil, la monarquía moderna debe responder a lo que el pueblo demanda de ella: entretenimiento.   Así,  lo que se espera de una familia real en pleno siglo XXI son infidelidades, divorcios, adicciones, corrupción, imputaciones, armas… Si no hay nada de esto, la institución monárquica sobra.
Al fin, la monarquía española toma ejemplo de las europeas y empieza a cumplir con la función que le encomienda la ciudadanía hoy en día. Las familias reales de mayor tradición, la inglesa o la monegasca, comprendieron esto hace tiempo: “ya que no aportamos nada, y que costamos un pastizal, ¿qué le podemos ofrecer a la gente para que no nos 'chimpen'? Muy fácil. Escándalos, carnaza, diversión, cotilleo. Hemos de convertirnos en personajes, en 'frikis',  a la altura de lo que en España serían Carmen de Mairena, Pozí o Rosa Benito… debemos nutrir de temas a las peluquerías". La nobleza le da la vuelta a la Historia: antes los bufones actuaban para los reyes, ahora los reyes son los bufones. Ya era hora: demos la bienvenida en España a la monarquía friki, al más puro estilo del  Tampax de Camila y Carlos, de las melopeas de Ernesto de Hannover, de los novios domadores de Estefanía, o de los disfraces de nazi del príncipito inglés…
El “caso Urdangarín” ha hecho daño a la familia real española, al igual que la “elefantada” vino a confirmar algo que ya se sabía de antes: el rey Juan Carlos es un frívolo y pasa de todo. Pero la institución como tal, el concepto, está sentenciada desde mucho antes, y seguiría estándolo aún sin Iñaki,  sin Botswana o sin Corinna. Las cacerías muestran las formas del rey; la fortuna de 1.200 millones de euros que se le atribuye muestra el fondo del rey. Y desnuda la monarquía como idea política.
Es sólo cuestión de tiempo. ¿Cuánto? ¿Será Felipe el último rey? Se descuentan días, porque la monarquía colisiona con la democracia, con la representatividad, con la meritocraria, con la austeridad, con la inteligencia, con la imagen internacional, con el buen gusto y, en el caso de la española, con el control de la natalidad. Y porque en el contexto actual, la gente ya no tiene ganas de seguir tragando con determinados esquemas...


1 comentario:

  1. Bueno, aún hay españoles que son monárquicos; tampoco sería yo tan tajante con eso de que le queda poco. La Reina, sin ir más lejos, es ejemplar y cumple muy bien su papel de representante de España en el exterior. Y un dato más, por lo menos cuando participan en foros internacionales hablan en inglés... Por unos "dirigentes" que tenemos que saben idiomas...

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