Apuntes rápidos sobre el 25-S

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Breves reflexiones inconexas, desordenadas y escritas en diez minutos acerca de lo sucedido ayer en las inmediaciones del Congreso:

-          Lo de siempre. “El sistema es muy listo”, decía José Luis Sampedro en una reciente entrevista (ver en este blog: Trilogía de la estafa (I): el miedo). Los policías reciben órdenes de provocar incidentes. Es fundamental que el número de heridos y de detenidos resulte elevado. Así, los disturbios se convierten en la noticia, y los verdaderos motivos de la protesta pasan a segundo plano. Además, se logra transmitir la idea de que los manifestantes son violentos y marginales. Los medios de comunicación se encargan de amplificar las imágenes de enfrentamientos, y sesgan la razón de ser de la concentración ciudadana.

-          En esta estrategia, resulta clave que en el parte de heridos figuren también policías. ¿Cómo se entiende que antidisturbios preparados y armados hasta los huesos sean heridos por personas indefensas y desarmadas? ¿Con qué les han herido?

-          En la portada digital del New York Times aparece un español rebuscando en un contenedor de basura. Se refleja la idea de una España empobrecida. Dice Inocencio Arias en una tertulia televisiva: “esta fotografía hace muchísimo daño a la imagen de España”. A Arias le preocupa más la imagen exterior de España que el hecho en sí de que haya españoles buscando comida en la basura. La foto del NYT empieza a ser la foto de España. Lo penoso es qua haya personas rebuscando en contenedores, no que se fotografíe y se publique.

-          Una vez más, el grado de violencia policial es inaceptable. Hay “porrazos” gratuitos que ponen los pelos de punta. Cualquier día pasará algo grave. (en entrada del 21 de agosto: JFD, ante el fin de ETA y el 25-S se señalaba esta fecha como una prueba de fuego del talante de un buen ministro, como es Fernández Díaz. Prueba no superada. Represión en toda regla. El titular de Interior ejerce además de provocador al felicitar públicamente a la Policía).

-          Un médico sueña con salvar vidas. Un arquitecto, con construir edificios. Un  maestro, con transmitir conocimientos. ¿Con qué sueña un antidisturbios?

-          En un canal de TV piden opinión a ciudadanos de a pie que pasean por la zona del Congreso. Y dan con un extranjero (quizás estadounidense), al que preguntan por el despliegue policial: “estoy sorprendido. Creía que aquí había libertad de expresión”. En España hay libertad de expresión, pero peligra seriamente la libertad de pensamiento.

-          Otra persona argumentaba: “en cualquier otro país, un partido que gana unas elecciones con un programa, y no lo cumple en nada, es tirado al momento”. Anguita lamentaba el otro día: “mienten para llegar al poder”.

-          Cogen los periodistas a Toni Cantó a las puertas de la Cámara, y dice: “yo también estoy descontento, pero protesto aquí  dentro”. Y se marcha el hombrecillo “todo lleno”, pensando que ha pronunciado una gran cita para la historia, cuando en realidad, no ha hecho sino balbucear una frasecilla hueca que no significa nada, ese tipo de frases que ya no cuelan, y de las que los ciudadanos están aburridos por cínicas y falsas.

-          Se les pide a los manifestantes que respeten la Constitución, la ley, el estado de derecho… Que yo sepa (no sé por cuánto tiempo), los derechos de reunión y de manifestación existen. La protesta estaba autorizada por la Delegación de Gobierno hasta las 21.30 horas. ¿A qué vienen las cargas policiales a las 19 horas?

-          Motivaciones  del 25-S: democracia secuestrada, expolio al más desfavorecido, desigualdad, recortes, sumisión a la banca, capitalismo inhumano, soberanía entregada, fraude electoral. ¿Alguien puede discutir alguno de estos argumentos?

-          El “no nos representan” es un sentir generalizado. La democracia queda reducida al teatrillo de ir a votar cada cuatro años. Los diputados se hacen fuertes con la “legitimidad” y la “representatividad” por bandera. No se lo creen ni ellos… Estaban “acongojados” en el interior del Congreso. Unos representantes ciudadanos temerosos de su propio pueblo… No encaja.

-          Un contertulio de Intereconomía dice que “si el Gobierno no reacciona con contundencia, estamos a las puertas de una revolución”. ¿Por qué hay tanto miedo a romper con el sistema actual? Si asusta el término “revolución”, que le llamen regeneración, o refundación, o revisión, o renovación… o como quieran.

-          Es triste pero cierto: la desobediencia civil se presentan como única alternativa. Irá en aumento. La representatividad, la democracia, las elecciones, la ley….caen por su propio peso. La farsa  ha sido descubierta. Es muy sencillo: vivimos las reformas más radicales y decisivas de nuestra historia. ¿Las hemos votado? No. ¿Las hemos autorizado? No. ¿Se nos ha preguntado? No. ¿Dónde está la democracia?

-          Un cartel rezaba: “Fuck the troika”. España ha entregado su soberanía a Alemania, a Europa y a la banca, y lo ha hecho sin el consentimiento de la ciudadanía.

-          Otro cartel: “¿para quién gobernáis?”.

-          Lejos de ser criminalizados, los manifestantes deberían ser, al menos, tenidos en cuenta.

-          Quizás soy ingenuo, o no calibro correctamente el grado de control que ejerce el sistema, pero creo que va a producirse un cambio de ciclo histórico. No sé si pacífico o violento, no sé si a peor o a mejor. La gente reacciona: es la pobreza lo que la indigna, pero es la sensación de engaño la que termina por sacarla a la calle.

-          Voto de confianza a la nueva TVE: cobertura durante toda la tarde en el Canal 24H y en el TD1. Al menos, el 25-S sí existió en la televisión pública.

-          Reflexión final: ¿sirve para algo protestar?

Fe de erratas: En JFD, ante el fin de ETA y el 25-S, escribí que Rajoy no estaría dando la cara el 25-S porque esa noche había Champions. Error. No había Champions. Mariano prefirió refugiarse en Estados Unidos, junto a su nuevo ministro, el Rey, quien tras comprobar que el pueblo también está harto de él, se ha arrimado todavía más a la derecha e incluso ejerce ya de portavoz del Gobierno. No vaya a ser… (en el momento de cerrar estas líneas, don Juan Carlos aún no se había caido).