¿Estamos mejor?: balance de 2013

Se apareció Mariano. Así, a lo loco, sin plasma ni nada. ¡Qué tío! El presidente hizo balance del año. Su triunfalismo raya en el delirio. ¿A quién le ha ido bien en 2013? Veamos:
¿Qué tal ha ido 2013 en la lucha contra el paro? Se superaron por vez primera en la historia los 6 millones de parados, con un 27% de desempleo y un 56% de paro juvenil.

¿Qué tal ha ido 2013 para los trabajadores? Sueldos a la baja. Salario mínimo congelado. Desprotección laboral y pérdida de derechos. Ataque a la negociación colectiva. Reducción de la indemnización del FOGASA y desaparición de la ayuda a despidos en empresas de menos de 25 trabajadores. En 2013, se redujo el paro, pero el empleo creado se caracteriza por una inmensa precariedad: son "infraempleos". Ejemplo: de los 1,2 millones de contratos firmados en diciembre, sólo 85.000 son indefinidos. Hoy en España ya se llama puesto de trabajo a cualquier cosa.

¿Qué tal ha ido 2013 para los pensionistas? Pérdida de poder adquisitivo. El Gobierno salta una de las famosas “líneas rojas”.

¿Qué tal ha ido 2013 para los estudiantes? Se acaba con la igualdad de oportunidades; estudiar se convierte en un artículo de lujo. Sexismo, nacionalismo español e impronta católica en los planes de estudio.

¿Qué tal ha ido 2013 para los dependientes? Recorte de 478 millones. 18.000 personas perdieron su condición de grandes dependientes. La Ley de Dependencia, herida de muerte. Miles de dependientes abandonados a su suerte.

¿Qué tal ha ido 2013 para las mujeres? La Ley del Aborto recupera la clandestinidad, la criminalización de la mujer, la falta de garantías sanitarias y el turismo abortivo.

¿Qué tal ha ido 2013 para los contribuyentes? Los 31 impuestos que han subido desde que gobierna el PP contrastan con la amnistía fiscal y la permisividad hacia grandes fortunas y multinacionales. La politización de la Agencia Tributaria parece una evidencia.

¿Qué tal ha ido 2013 para los consumidores? Suben la luz, el agua, el gas, los combustibles, los transportes y los peajes.

¿Qué tal ha ido 2013 para los preferentistas? El Gobierno, ni una mala palabra ni una buena acción.  En la práctica, prefirió ponerse de lado de los estafadores, dejando en la cuneta a los estafados.

¿Qué tal ido 2013 para la sanidad? Los saqueadores de lo público siguen ganando terreno y el drama de las privatizaciones ya está aquí.

¿Qué tal ha ido 2013 para la clase media? Castigada por una presión fiscal brutal (“el dinero debe estar en el bolsillo de los ciudadanos”, decía el PP en la oposición). Pobreza y desigualdades en aumento: Las rentas bajas crecen un 7% y las rentas altas suben un 15%.

¿Qué tal ha ido 2013 para el Estado del Bienestar? En vías de desmantelamiento. Va calando el mensaje falaz y endemoniado de que el Estado del Bienestar es insostenible.

¿Qué tal ha ido 2013 para los científicos, y el I+D+I? Emigración, abandono de proyectos… Sin innovación (...y sin crédito), el futuro es negro. El cambio de modelo productivo se queda en palabrería. España continúa apostando por ser el chiringuito de Europa, y a la espera de un nuevo boom del ladrillazo.

¿Qué tal ha ido 2013 para la democracia? La Ley Mordaza que impulsa Fernández criminaliza y perseguirá al que disienta. Los derechos de reunión, manifestación y expresión se ven mermados. Mientras, el PP continúa gobernando en situación de fraude democrático, tras tomar el poder con un programa falso.

¿Qué tal ha ido 2013 para la Justicia? Jueces valientes como Silva o Castro  son perseguidos, obstaculizados e incluso sancionados. Mientras, la fiscalía es quien protege a personajes como Blesa o la Infanta: el mundo al revés. Para el ciudadano, acudir a la Justicia ya no es gratis, por lo que ya no es Justicia.

¿Qué tal ha ido 2013 para la política? El caso Bárcenas (caso PP) desnuda una corrupción estructural y sistémica en la cúpula del PP. El PSOE, missing.

Pero no seamos tan negativos. 2013 ha sido un año excelente para los grandes defraudadores, para los bancos y los banqueros (rescatados, protegidos y redimidos a cambio de nada), para los especuladores, para las empresas privadas de sanidad, educación, seguridad o dependencia, para los grandes empresarios que ya pueden despedir y contratar a precios de saldo, para muchos corruptos que obtienen protección en sus propios partidos y hasta en la Justicia, para inversores extranjeros que encuentran a precio de ganga una España en venta, para los multimillonarios (cada vez más y cada vez más millonarios), para los directivos de las empresas del IBEX, para Alemania (encantada de la sumisión de su colonia española), para los que recogen beneficios y socializan pérdidas..., y en definitiva, para todos aquellos que crearon la crisis con el objetivo de beneficiarse de ella, y que curiosamente son los mismos que dan las recetas de la recuperación.

Antes de regalarnos una nueva aparición mariana y de vendernos tanta euforia, el presidente debería salir a la calle, darse una vuelta y ver cómo está en realidad España.

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