jueves, 25 de octubre de 2012

Dos trampas peligrosas: ¿menos gasto autonómico y menos políticos?

@losdiasfuriosos
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Dos ideas se abren paso con fuerza y ganan adeptos día a día. Son propuestas que, en efecto, gozan de notable aceptación entre los ciudadanos, pero que pueden tener trampa, ya que los objetivos que persiguen están ocultos y son peligrosos:
1: Reducción del gasto de las comunidades autónomas para que cumplan unos objetivos de déficit muy estrictos.
2: Reducción del número de representantes políticos en los Parlamentos y Corporaciones Municipales.
En ambas hay gato encerrado...Veamos:

1. Caña a las autonomías. Recortes drásticos e imposición de un déficit que deja a las CC.AA. sin apenas capacidad de maniobra. A mucha gente le encanta esto. Pero recordemos que las dos mayores partidas de gasto que asumen las autonomías son la educación y la sanidad. Representan entorno al 60% de los presupuestos autonómicos. Si le metes la tijera a las comunidades autónomas, de forma indirecta se la estás metiendo a la educación y a la sanidad públicas, que se resentirán gravemente. Y no creo que ése sea el objetivo... ¿O sí?

Por otra parte, parece que el españolismo ha encontrado en esta crisis la excusa perfecta y el momento idónpara lanzar un ataque despiadado contra el estado autonómico. Pero recuerdo que en la época de la España boyante y pródiga, cuando éramos felices, también existían las comunidades autónomas.


2. Menos políticos. La peña flipa con esto.  La crisis se ha llevado por delante millones de votos del PSOE y se va a llevar por delante millones de votos del PP. Mientras, Izquierda Unida crece, UPyD entra en escena (increíble, en mi opinión) y algunos nacionalismos se fortalecen. Es decir, el bipartidismo PSOE-PP se tambalea. ¿Solución? Menos  políticos en parlamentos o ayuntamientos. O lo que es lo mismo, zancadilla para los partidos pequeños que quieran abrirse paso y, por el contrario, un blindaje del bipartidismo, ahora que podría peligrar. No se pretende reducir el gasto político, se pretende reducir la democracia y dificultar la representatividad de las minorías. Los partidos pequeños encontrarían grandes dificultades para entrar en Parlamentos y Corporaciones Municipales. Izquierda Unida, por ejemplo, ya ha tildado la propuesta de “cacicada de libro”. El problema de España no es el número de políticos ni lo que cobran, sino lo mal que lo hacen.  Lo último que necesita el país es empeorar su ya degradada calidad democrática.




1 comentario:

  1. Menos políticos, y los que haya de calidad. El problema no son las comunidades autónomas. ¿Por qué no se eliminan ya las Diputaciones?

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