lunes, 9 de junio de 2014

Reina el inmovilismo

Veamos:
      
       1.     Al rey Juan Carlos lo puso a dedo el dictador.

2.      En el referéndum de 1978, a los españolitos se les daba a elegir entre democracia con monarquía o dictadura. La opción democracia sin monarquía no existía. Y claro, votaron democracia… la monarquía iba en el lote.

3.      Los españolitos que nacieron después de 1960 no votaron la Constitución. Dicho de otro modo, los españolitos que hoy tienen menos de 54 años no votaron la Constitución.

4.      A estas alturas de la película, que una Jefatura de Estado o cualquier otro cargo de servicio público sean de carácter hereditario es inadmisible e indefendible.


Estos cuatro argumentos son más que suficientes para asegurar que la legitimidad democrática de la monarquía borbónica es ínfima. De hecho, en pleno siglo XXI, conjugar en la misma frase monarquía y democracia se hace bastante complicado.

Dicen que “el que quiera cambiar las cosas, puede hacerlo, pero siempre respetando las reglas del juego”. El caso es que esas reglas del juego están pensadas precisamente para que nadie pueda cambiar nunca nada. Le llaman “estabilidad”;  en realidad es inmovilismo. Inmovilismo al servicio de intereses muy concretos, y que poco  tienen que ver con el interés general de la gente.

Y dentro de ese inmovilismo, muy paradójico resulta que la monarquía en España esté sostenida por un partido de inclinación republicana: el PSOE. El PSOE es (debería ser) republicano. Y sin embargo, el PSOE sostiene a los Borbones. Los dirigentes del partido muestran su apoyo a la abdicación, al nuevo rey… ¿No se dan cuenta de que las bases del partido, la militancia, los pocos votantes que aún les quedan… quieren un referéndum y muy probablemente una república? ¿Por qué se muestran los líderes tan cortesanos, tan cobardes, tan alejados del verdadero ideario del partido y del socialismo? ¡El PSOE, apoyando todo este circo monárquico! Increíble. Se van a quedar solos…
La representación parlamentaria del PSOE, junto con la de otros partidos de izquierda y nacionalistas, podría de aquí a no mucho tiempo tumbar la monarquía. El PSOE, perdido en la actualidad en una clamorosa indefinición ideológica, no se atreve. Le tiemblan las piernas… en esto y en otras cuestiones más importantes. Y eso a pesar de que, en los últimos tiempos, el rey se había convertido en una especie de ministro del Gobierno del PP, aplaudiendo todos los recortes que tanto daño causan. Y también en una suerte de agente comercial del alto empresariado español. Con razón le aplaudían tanto en la patronal el otro día: lleva trabajando para ellos mucho tiempo. En cambio, de la gente no le hemos visto preocuparse tanto... Sólo son populacho.

Y si tan convencidos estás los monárquicos de que su opción ganaría, que dejen votar a la gente. En esto, y en otros temas, ¿por qué se le tiene miedo a la gente? Miedo a las manifestaciones, miedo a twitter, miedo a los referendums, miedo a los resultados electorales, miedo a los nuevos partidos, miedo a las Iniciativas Legislativas Populares… Miedo a la gente. ¿Por qué tanto miedo a que las cosas cambien? ¿A quién le interesa tanto inmovilismo fracasado, tanto inmovilismo casposo, tanto inmovilismo recalcitrante?

@losdiasfuriosos
losdiasfuriosos@gmail.com


2 comentarios:

  1. Magnífica exposición. De acuerdo en todo. Explicar bien al pueblo las diferencias entre la monarquía y la república, sobre todo a los mayores, y directos sin dudar al REFERENDUM.

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  2. Gran articulo, estés o no de acuerdo. No creo q sea inmovilismo. Para que exista un referendum hay unos requisitos que no se cumplen. Al margen del tema verdaderamente importante; de verdad existe hoy en día un líder capaz de manejar una República? Por favor.., si nadie es capaz de manejar un partido político...

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