lunes, 7 de abril de 2014

Sanidad: los ´no recortes` y la gran pregunta

¿Y si resultase que algunos de los recortes llevados a cabo en Sanidad, y argumentados en base a una imperiosa necesidad de  reducir el gasto público, provocasen en realidad el efecto contrario y acabasen generando un gasto mayor? No perderemos el tiempo apelando a valores como la solidaridad, la responsabilidad o la humanidad… Son conceptos que parece que ya “no se estilan”. Al que los utiliza le llaman "buenista". Así que iré a criterios puramente economicistas, ésos que miden la Sanidad pública en baremos de rentabilidad, los únicos que a ellos les interesan…

De un modo más general, un informe de la Unión Europea confirma que, a medio plazo, un correcto funcionamiento de la Sanidad pública (sobre todo en Atención Primaria) termina reportando al sistema un ahorro de un 16%. Si recortar en nombre del déficit acaba saliendo más caro, ¿qué otros intereses subyacen? En las privatizaciones (perdón, externalizaciones) de Madrid podemos adivinar una respuesta, y un siniestro laboratorio de pruebas para lo que también se quiere hacer en el resto del país. De momento, la Justicia les ha parado los piés. Veremos por cuánto tiempo.
Dos ejemplos más concretos:
1. Cuidados paliativos: Un estudio realizado por el Dr. Mateu Sierra demuestra que un buen   equipo de cuidados paliativos en un hospital genera un ahorro por paciente de casi el 40%. Sin embargo, los recortes a unidades paliativas ya están aquí… Y son enormes recortes.

2. El “apartheid” sanitario: Otro informe de la Fundación Economía Y Desarrollo (ECODES)asegura que la retirada de la tarjeta sanitaria a extranjeros irregulares provoca que aumente el gasto sanitario en Urgencias (el más caro) y el riesgo de contagios (más enfermos, más gasto). ¿Qué se esconde, por tanto, detrás de esta medida? (ver en este mismo blog “El ´apartheid´ sanitario”, entrada de agosto de 2012).
Pero aunque quisiésemos dar por bueno el argumento de la necesidad de la reducción del gasto público, la gran pregunta a la que la sociedad española debe enfrentarse sería: ¿estamos de acuerdo con que se elimine del sistema todo aquéllo que no sea rentable? ¿Debemos empezar a medir la salud pública y los servicios sociales en criterios de pérdidas y beneficios? ¿Se puede cerrar un servicio de Urgencias nocturnas de una comarca entera sólo porque cuesta dinero? Y lo triste es que, hoy, muchos españoles ya responderían que sí. Eso es lo dramático: la unidad de medida ya sólo es el dinero. Lo están conseguiendo…
Y aún siendo el dinero el único ideal, la sanidad pública española puede ser rentable sin participación del sector privado, y lo ha demostrado sobradamente. Si no pudiera ser rentable, ¿qué interés tendría entonces en ella el sector privado?  Nuestra sanidad (la de antes del desmantelamiento) ha sido el espejo en el que se miraban muchos otros países. Estados Unidos camina hacia el modelo que tenía España: España, hacia el modelo de Estados Unidos. Así que la crisis se convierte en el pretexto perfecto para hacer negocio con la salud, empeorando la atención, nacionalizando pérdidas y privatizando ganancias. Ya no hay enfermos; hay clientes.

@losdiasfuriosos
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