jueves, 14 de noviembre de 2013

Prestige/Galicia: indignidad e impunidad

¿Era tanto pedir? ¿Era tanto pedir que la catástrofe del Prestige, dada su extrema gravedad, se sustanciase con un juicio riguroso, exhaustivo, serio, valiente, que sentase en el banquillo a los verdaderos culpables de lo sucedido, que dictaminase quién se equivocó y por qué, y que depurase responsabilidades… cayese quien cayese…? ¿Era tanto pedir un juicio que, en definitiva, resarciese en la medida de lo posible la dignidad de un pueblo? ¿Era tanto pedir que la Justicia hiciese su trabajo con determinación e independencia? Pues sí, era mucho pedir. El Prestige fue un gran palo para Galicia. Ahora, su juicio ha constituido una descomunal burla, una pantomima indecente: los que están no son, y los que son no están.
Mangouras y otro puñado de actores secundarios de la tragedia eran los encargados de purgar las culpas de la élite intocable. Ni la armadora ni la Administración responden ante la Justicia. ¿Es Mangouras el culpable de la irresponsabilidad de armadores que ponen en circulación barcos piratas en estados deplorables cargados con 70.000 toneladas de fuel? ¿Es culpable Mangouras de la dejación de funciones de las autoridades, que no inspeccionan o hacen la vista gorda con estos buques? ¿Acaso no se sabía entonces, y se sigue sabiendo hoy, que este tipo de siniestros petroleros continúan operando?
Y una vez a la deriva el Prestige, ¿quién responde de las decisiones manifiestamente negligentes tomadas por los responsables políticos de entonces? ¿No es acaso una tomadura de pelo que Rajoy, Álvarez Cascos, Matas, Fernández de Mesa y Arias Cañete se vayan de rositas, como si el tema no fuese con ellos? ¿Cómo es posible que Galicia, cuyo principal recurso es el mar, careciese de un protocolo de actuación para maniobrar con agilidad y claridad de ideas ante este tipo de accidentes? ¿Es culpable Mangouras de que un “iluminado” decidiese llevar el barco mar adentro (el famoso “rumbo 320”), en una decisión que todos los expertos califican como errática? ¿Quién pagará por tanto desatino? Absolutamente nadie. O mejor dicho, pagaremos los contribuyentes, como siempre, ya que será el Estado quien asuma las indemnizaciones. O dicho de otro modo: los culpables del Prestige, al final, seremos los ciudadanos (voluntarios incluidos).
Y sobre el de los “hilillos de plastilina”: en un país serio, a un político que dice esto lo mandan para su casa. Aquí lo hacemos presidente. Así nos va. ¿Cómo es posible que ni un sólo político se haya sentado en el banquillo? Mangouras se convierte en el escudo de Mariano y compañía. El juicio es una gran cortina de humo, una forma de cerrar (aunque sea en falso) el mayor  desastre ecológico de la historia de España. Pero da lo mismo: aquí no pasa nada. La sentencia ya es lo de menos: todo el juicio fue un descomunal "paripé" desde el minuto uno.
Quizás la Justicia entienda que son los propios gallegos los que han renunciado a dar una salida digna al “caso prestige”.  Y quizás tengan razón. Sólo así se entiende que poco tiempo después del naufragio, Muxía  (zona cero) le entregase la mayoría absoluta al PP.  Es más, aún hoy  no son pocos los gallegos que consideran que la crisis se gestionó adecuadamente. En los últimos meses, a nadie pareció importarle demasiado el "juicio" que se celebraba en  A Coruña, ni que los culpables no respondiesen de sus devastadores errores. En la sociedad gallega, el juicio pasaba como un asunto menor. Ahora bien, cuando haya otro Prestige, que lo habrá, que no pidan voluntarios, esos voluntarios que llegaron hace once años desde todos los puntos del mundo para limpiar una costa que no era la suya, y que luego se sintieron traicionados por los gallegos; esos voluntarios que hoy asisten perplejos al teatrillo judicial, y que inundan con razón las redes sociales expresando su indignación. El próximo Prestige que lo limpien los gallegos… y las subvenciones.

Los responsables de aquella tragedia celebran hoy la sentencia. Creen que "han ganado". ¿De verdad piensan que hay algo que celebrar? ¿De verdad creen que alguien "ha ganado"? La redención de España será a través de la Justicia o no será. Visto lo visto, no será.

Prestige (tragedia, juicio,y sentencia), Angrois (accidente y ausencia de resposablidades políticas), crisis de los sectores naval, pesquero y lácteo, neomigración, paro, corrupción... Galicia: retrato de la indignidad, de la impunidad... y de la pobreza. 

@losdiasfuriosos

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