martes, 23 de julio de 2013

Caso Bárcenas (III): el "caso PP" y las oligarquías

“La política es como las matemáticas: o está todo bien o está todo mal”
                                                                                                                      J. F. Kennedy

Habrá que empezar a llamar a las cosas por su nombre. El “caso Bárcenas” ya no es el “caso Bárcenas”. El “caso Bárcenas” ha pasado a ser el “caso Rajoy” y el “caso Cospedal”. El “caso Bárcenas” es el “caso PP”.

En una democracia sana y consolidada  (no es el caso, obviamente), el Gobierno ya estaría en su casa. Lo más saludable es que dimitiese, por respeto al país. En caso contrario, los resortes de un sistema fuerte y la propia presión ciudadana impedirían que una mayoría absoluta secuestrase a la nación. Pero esto es España…
El PP continúa pensando que la democracia termina el mismo día de las elecciones, y que no reaparece hasta cuatro años más tarde. En su concepto minimalista de la democracia, “mayoría absoluta” es sinónimo de “me han dado permiso para hacer lo que me dé la gana”. Pero ojo, porque la financiación ilegal deslegitima el resultado de las urnas, ya que uno de los partidos hizo trampas.
¿Transición ejemplar? En España la transición aún no ha comenzado. Si acaso está empezando ahora. No estamos en una dictadura, pero tampoco en una democracia.
Muchas voces exigen a Rajoy y al PP más y mejores explicaciones. Visto de otro modo, no hacen falta. Está todo meridianamente claro. La trama de financiación ilegal, cohechos y sobresueldos es tan obvia que poco más hay que decir. Es patético observar a dirigentes del PP afanándose en defender lo indefendible, insultando a la inteligencia de la gente.
Cuando dicen que es “un chantaje” se autoinculpan: no puedes ser víctima de un chantaje a no ser que tengas algo sucio que ocultar. Cuando dicen que “el Estado de derecho no se somete a chantajes”, se equivocan, ya que nadie está chantajeando al Estado de derecho, sino al PP. Cuando dicen que “al Presidente no se le convoca al Parlamente desde Soto del Real” hacen el ridículo, porque al final ha resultado que al Presidente sí se le convoca desde Soto del Real.
Y mientras, los propagandistas. “La financiación ilegal se da en todos los partidos”, proclaman. Lo de siempre, si hay un caso de corrupción en el PSOE, es que el PSOE está corrupto. Si hay un caso de corrupción en el PP, es que todos los partidos son iguales. Lo cierto es que el “caso Bárcenas” y la sombra de la financiación ilegal atañe aquí única y exclusivamente  al Partido Popular. Y a nadie más.
Lo más grave: las millonarias donaciones entregadas por grandes empresas a cambio de favores confirman que el PP gobierna en beneficio de unas élites, de una oligarquía, y a espaldas del interés general. La única ideología del Partido Popular es el dinero. Lo que aquí se sustancia no es sólo un caso de corrupción, sino una forma de entender la política.
Enormes titulares en las portadas de los más influyentes medios de comunicación de todo el mundo se ocupan del escándalo español. Supongo que es esto a lo que se refieren cuando hablan de “Marca España”.
España y los españolitos ni se pueden permitir ni se merecen un Gobierno que mintió en su programa electoral, que presuntamente se financia de forma ilegal, y que exige al país una austeridad suicida y selectiva al tiempo que sus dirigentes cobran sobres llenos de billetes de 500 euros. Por todo ello, extraña que aún no se haya dado una gran explosión social de rechazo.
P.D.: Paradoja: si Bárcenas continúa desnudando las vergüenzas del PP, quizás no pase a la historia como un gran chorizo, sino como poco menos que un héroe. Qué cosas…

@losdiasfuriosos
losdiasfuriosos@gmail.com


En este mismo blog:

"Bárcenas: mucho más que otro caso de corrupción"   --  entrada del 21 de enero.

"Caso Bárcenas (II): ahora resulta que..."  --- entrada del 5 de febrero.





No hay comentarios:

Publicar un comentario