miércoles, 26 de junio de 2013

Lo que Wert esconde

Wert es un hombre muy inteligente. No se trata de un iluminado. Su ley educativa está meditada y asentada en firmes convicciones; no es una ocurrencia ni el resultado de una improvisación frívola. Y precisamente por todo ello es por lo que da más miedo. Porque lo que se esconde detrás de la LOMCE es una forma muy concreta de entender la sociedad, un cambio radical en el modelo de justicia social, una obra de ingeniería social encaminada a desterrar dos ideas en las que la derecha no cree: la igualdad de oportunidades y la solidaridad. Por eso Wert da miedo, porque sabe perfectamente lo que está haciendo, sabe lo que quiere hacer, y sabe cómo hacerlo. Se trata, en definitiva, de  una ley reveladora de cómo piensa en realidad el Gobierno y de cómo es la España que imagina para el futuro: una España de profundas desigualdades y segregadora.

 
Detrás de la LOMCE no están ni la crisis ni los recortes. No es un problema de gasto público, no es una cuestión económica. Detrás de los tijeretazos de Wert está única y exclusivamente la ideología. Es una ley 100% política, que refleja una  manera concreta de entender la sociedad, con las desigualdades como  motor de desarrollo (un concepto éste muy neo liberal). Se trataría de una especie de darwinismo social, de selección natural que, en este caso, aprovecha  o deshecha individuos en base a la variable de los recursos familiares.
Y como es inteligente (y peligroso), Wert también es un hábil estratega. Así, ofreció a  la opinión pública el caramelito del 6,5 como nota-criba para las becas. Lo hizo con una doble finalidad. Primero: cortina de humo. Sabe que con un tema tan goloso, nos perderemos en mil debates sobre el 6,5. Y mientras hablamos del 6,5, todos los demás elementos inaceptables de la ley pasan desapercibidos, y van colando. Segundo: Wert sabe de sobra que lo del 6,5 no se va a aprobar. Pero si te dicen que mañana va a caer una tormenta impresionante, y luego resulta que sólo llueve un poquito, lo mismo hasta te parece que hace buen día, a pesar de que esté lloviendo. Pues con el 6,5, igual. Al final lo retira, y todavía le tendremos que dar las gracias por dejarlo en el 5,5.
El Gobierno ha sembrado dudas sobre el rendimiento de los funcionarios (“deben de olvidarse de los cafelitos y de leer el periódico”, declaró el secretario de Estado de Administraciones Públicas); sembró dudas sobre el drama de los desahuciados (“algunos quieren la dación en pago para comprarse otro piso”, aseguró Martínez Pujalte, por no hablar de Cospedal: “los votantes del PP pagan la hipoteca”) ; dudas sobre los desempleados “que prefieren cobrar el subsidio antes que trabajar” (cosa a la que por otra parte tienen derecho) o que “se compran televisiones de plasma y se van de vacaciones con los 400 euros”, cita célebre de la diputada Pilar Sol. Y ahora Wert insinúa que los becados son unos chupópteros y unos ”jetas” que malogran recursos públicos. En todos estos casos, el Gobierno convierte la excepción en norma, y aprovecha el comportamiento de un pequeño porcentaje de funcionarios, parados o estudiantes para tratar de justificar así recortes que afectan a todos. Lo que se dice  “pagar justos por pecadores”. Es tristísimo ver el concepto tan bajo que el PP tiene de los españoles: vagos y siempre dispuestos a estafar al Estado.
El hábil Wert también miente. A sabiendas. Repite una y otra vez que su Gobierno es el que más dedica a becas de la historia, cuando el presupuesto para becas es más de 200 millones de euros inferior al que dejó Zapatero. Sí es cierto, en cambio, que es superior al de la época de Aznar, pero es absolutamente falso que sea el más elevado de la historia. Con la LOMCE, las empresas dedicadas a la educación se frotan las manos, mientras la educación pública es estratégicamente perseguida.
En cualquier caso, también es muy significativo el hecho de que consideren una beca como un premio, que el becado debe dar las gracias… En definitiva, ellos piensan que la educación es un gasto y no una inversión; en su proyecto de ingeniería social interesa una ciudadanía escasamente formada, fácilmente convertible  en mano de obra barata. La educación será un bien de lujo, y la brecha social entre élites y “pueblo raso” irá a más. Eso busca la LOMCE; en eso cree Wert, y mientras no lo desautorice, en eso cree el PP.
Ojo con Wert: sabe lo que hace. Lo tiene  muy claro y es inteligente. La LOMCE es la punta del iceberg. Y éste es el peligro, éste  es el drama para España: el cambio de modelo social avanza con paso firme.

@losdiasfuriosos
losdiasfuriosos@gmail.com


2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en cuanto a lo que esconde, lo peligroso que es y lo que persigue, pero no es tan inteligente.
    Saludos

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  2. Es el modelo social que va unido al pp.Es su idea:siempre con las clases altas.Pero... se ha visto que la mayoría de españoles es lo que quiere.Así lo han manifestado en las urnas. Una auténtica pena!

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