miércoles, 15 de mayo de 2013

Unión Europea: tener el dinero o tener la razón

Dice Bruselas que el dinero entregado a España para el rescate bancario es única y exclusivamente para eso, para el rescate bancario, y que lo que ha sobrado no se puede emplear para ninguna otra finalidad. Terminantemente prohibido. Sólo hay dinero para los bancos, se supone que como premio a su gestión responsable, seria y honrada. ¿Podemos utilizar el dinero sobrante  del rescate para crear un fondo anti desahucios? De ninguna manera. ¿Y para activar herramientas para la creación de empleo? No. ¿Para garantizar pensiones y subsidios? En ningún caso. ¿Para fomentar que fluya el crédito? Denegado. ¿Para mitigar los efectos de los recortes? De eso nada, monada ¿Y si lo empleamos en ayudar a emprendedores o a empresarios que contraten e inviertan? Tampoco. ¿Podemos darle a ese dinero sobrante una utilidad social plausible, algo que llegue a las personas? No, imposible. El rescate, para los bancos. Todo para ellos. Sólo para ellos.
Y añade Europa que eso de que las Comunidades Autónomas expropien viviendas a los bancos para ponerlas a disposición de la gente desahuciada o sin recursos, que de eso nada, que se vulnera la propiedad privada y que deja a los bancos en situación de desprotección jurídica. Pobres bancos…
Por si fuera poco, desliza Bruselas la necesidad de que España avance en una reforma laboral más drástica y en nuevas medidas de ajuste (recorte). Lo dice al tiempo que hunde los sectores primarios españoles (leche, fruta, pesca, conservas, ganadería, siderurgia), a los que utiliza como moneda de cambio para salvaguardar otros intereses que son prioritarios para otros países de la Unión. España no tiene peso y sale perdiendo en todas las negociaciones. Así, la economía nacional continúa desangrándose y el paro, subiendo.
Alemania sumió al mundo en dos terribles Guerras Mundial. Por aquel entonces, y a pesar de todo, la vieja Europa tendió la mano a la devastada Alemania y le brindó una nueva oportunidad. Hoy, la  fría canciller trata de tiranizar el continente sin que los ciudadanos sepamos quién demonios le ha otorgado la legitimidad ni la autoridad para hacerlo. Ha sido muy certera la iniciativa simbólica surgida en Grecia, que reclama a Alemania 162.000 millones de euros (el montante de los recortes griegos) en concepto de indemnización por los daños ocasionados en las guerras.
Rajoy ha tragado con todo: reforma laboral, recortes en sanidad, educación dependencia, subida de impuestos, renuncia a la soberanía nacional, asunción de un déficit despiadado... Por eso escandaliza que el único asunto en que España ha protestado ante Europa es el referente a las quitas a los depósitos superiores a 100.000 euros. Ante esto, sí que De Guindos ha dicho que de ninguna manera. Todo los demás recortes sociales los aceptamos, pero eso no. Tragamos con las imposiciones que llegan de Europa y que afectan al día a día de la gente: ahora bien, los depósitos superiores a los 100.000 euros que no nos los toquen. Éste es el orden de prioridades del Gobierno.
Bruselas y Berlín se muestran insensibles y ajenas al sufrimiento de millones de europeos. Sus políticas son fallidas, insolidarias y peligrosas. Y los países tragan. Rajoy, la voz de su ama, el que más. ¿Por qué? ¿Dónde están los líderes europeos? ¿Por qué ese sumiso  servilismo a una Merkel que está utilizando a la UE para ganar sus elecciones de septiembre? Que no olviden que tener el dinero no significa tener la razón.
P:D: Si pretenden que los españolitos nos sigamos tragando la milonga de la representatividad y la soberanía, que nos dejen votar en las elecciones alemanas.

@losdiasfuriosos
losdiasfuriosos@gmail.com

2 comentarios:

  1. Alemania siempre empieza guerras que al final no puede ganar, y suele conducir a Europa al desastre absoluto.

    ResponderEliminar
  2. Me gustaría que el dinero sobrante del rescate bancario fuese utilizado para reactivar la economía. Pero aceptamos el juego marcado por Europa. Nos dieron el dinero con un condicionante, y tenemos que cumplirlo. Cuando aceptas participar en una competición no puedes cambiar las reglas del juego a mitad de partido en función de tu conveniencia.

    ResponderEliminar