jueves, 21 de marzo de 2013

La vanidad de Occidente


Qué vehemente se muestra Occidente a la hora de criticar con dureza las vulneraciones de derechos humanos que tienen lugar en países como Irán o Siria. No se ahorran adjetivos. Muy bien.

El mundo occidental se escandaliza ante los crímenes cometidos por carniceros balcánicos durante su guerra, o con las atrocidades de tiranos sudamericanos en sus dictaduras. "¡Exijimos justicia!". Y hacemos muy bien.

Se censura el déficit democrático de países como Cuba o China. Lógico.

Denunciamos con pasión las teocracias, el fundamentalismo islámico, la situación de la mujer en tantos y tantos países. Son planteamientos inaceptables.

Sancionamos las pruebas nucleares de Corea o de Irán. De acuerdo.

El Tribunal de Derechos Humanos de La Haya abre procesos y sentencia con justa dureza. Fantástico.

En el orden económico, Occidente denuncia  la “falta de seguridad jurídica” que generan las nacionalizaciones llevadas a cabo en Argentina, Bolivia o Venezuela.

La sociedad occidental se siente superior  y, paternalista,  se encarga de repartir por el mundo carnés de buen comportamiento . Y tiene toda la razón en tantas y tantas situaciones que denuncia. Pero lo hace atribuyéndose una superioridad moral e intelectual que sería más que discutible. Y lo escenifica con cierto poso de vanidad.  Ahora bien, el mundo occidental encuentra muchos más problemas a la hora de mirarse al espejo y de enfrentarse con sus propias vergüenzas.

¿Cómo es posible que Bush, Blair, Aznar y Durao Barroso no hayan sido encausados y, si procediese (que parece que sí), condenados por la invasión de Irak, con sus muertos, desaparecidos y desplazados, con un país devastado impunemente en nombre de una mentira? ¿Dónde está aquí La Haya? Ellos se dedican a dar conferencias. Es más, Durao Barroso es el presidente de la Comisión Europea, y Blair presidió una comisión pacificadora de la ONU.  Por lo que se ve, el mundo occidental cobija y ensalza a sus propios criminales de guerra. Es más, los “presuntos” cobran cifras mareantes por contar sus batallitas. ¿Qué lecciones de nada podemos dar en Oriente Medio o en cualquier otro punto del mundo si no hemos tenido la valentía ni la dignidad de sentar en el banquillo a los “gallitos” de las Azores?

¿Por qué Francia y Estados Unidos pueden hacer pruebas nucleares, y Corea e Irán no? ¿Acaso porque nosotros somos los buenos y  ellos los malos? Y sin embargo recuerdo que las únicas bombas nucleares que se han lanzado en la historia las soltaron los americanos y sus aliados.

Invadimos países buscando su petróleo y su gas, y lo justificamos diciendo que es para ayudarles en sus procesos democráticos. La democracia no se puede exportar, y menos imponer con armas. Y el funcionamiento de nuestras democracias tampoco es como para ir sentando cátedra por el mundo, porque nuestras democracias son de mentira.

Aquí aplaudimos el juicio contra Milosevic, pero desterramos al juez que quiso dar dignidad a las víctimas del franquismo en España.

¿Quién "tose" a la pena de muerte en estados de USA? ¿Quién preguntó o pregunta por Guantánamo, reducto libre de derechos humanos?

¿Quién frena el auge de la xenofobia militante y activa en Europa?

¿Seguridad jurídica en América latina? ¿Y la seguridad jurídica de los chipriotas a los que quieren robar sus ahorros, algo expresamente prohibido por los documentos fundacionales de la Unión Europea? ¿Dónde está la seguridad jurídica de los chipriotas?

El mundo occidental también tiene sus páginas negras, sus vergüenzas, sus indignidades, sus criminales de guerra, su sangre, sus mentiras, su cinismo, sus contradicciones…  Prefiero vivir en Occidente, desde luego, y lo preferiría mucho más si fuese una mujer, pero tampoco vayamos de “sobraos” porque tal vez no seamos tan superiores como nos creemos.  Además de ver la viga (que son vigas) en el ojo ajeno, también debemos ver las vigas en  los nuestros. Vigas enormes y no pocas. Así que, si se me permite, reclamaría a Occidente más humildad y más respeto. Menos ambición y  menos vanidad. Y de paso, el procesamiento de Bush, Blair, Aznar y Durao Barroso. En caso contrario, ¿con qué legitimidad pretendemos liderar el planeta?

@losdiasfuriosos
losdiasfuriosos@gmail.com

2 comentarios:

  1. Tienes razón. Occidente siempre ha mirado al resto del mundo por encima del hombro, y es una lástima... Esa actitud sólo hace que la fractura que nos separa sea cada vez mayor.

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  2. Magnífico blog!.Es bueno hacer estas reflexiones porque a veces tenemos muy poca memoria.Le animo a seguir denunciando la injusticia y la inpunidad de tantos "errores" cometidos.

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